ME REGALA UNA FACTURITA?

En una pelicula de Felipe Aljure se inmortalizo ese acto precario e indecente del pedido de la constancia de intercambio comercial. Digo precario porque revela la desconfianza absoluta que reina entre los seres del genero humano. Si bien en muchas especies esta presente la reticencia hacia otros congeneres, el ser humano brilla por su absoluta estupidez y avaricia cuando se trata de metalico. Como siempre el problema tiene un macro y un micro. El macro encarnado en el Estado, como siempre velando por sacar tajada de cuanto pueda y no me digan que es para repartirlo mejor por que esa actitud es, hoy en dia, mas del orden de la excepcion que de la regla. El micro, o los micros deberiamos decir, somos todos los individuos, cegados o forzados de mayor o menor manera a defender nuestro inocuo e incipiente capital ya sea para comprar pan, bicicleta o butacas de avion. la ley es de todos contra todos. Indecente igualmente por que durante el intercambio comercial el comportamiento social, tendiente risiblemente a la civilidad o civilizacion del ser, resalta primordialmente el primate que habita en cada individuo. El pedir una factura es la mas clara expresion de desconfianza vertical y horizontal (si se puede hablar de confianza en terminos geometricos).